sábado, 1 de noviembre de 2014

Beating heart

Buenas

Hacia mucho que no escribía nada pero es que personalmente no podía, no estaba con fuerzas para escribir nada en el blog.

Cada mañana cuando me miro al espejo me pregunto los porque de todo lo que hice, maquillo mis ojeras y cojo aire fuertemente para no venirme abajo por un nuevo día de trabajo. Así se ha vuelto mi rutina, rutina empática.

No soy la mejor persona del mundo pero tampoco soy la peor. Tengo errores, más fuertes, menos fuertes, pero que poco a poco intento subsanar. Siempre me defino como el saco de los defectos ya que de esos puedo sacarme muchos, además siempre pienso que los defectos te los sacas a ti mismo y las virtudes te las otorgan la gente que te conoce de verdad, del día a día. Cada vez que lucho y siento que vuelvo a levantarme, caigo con más fuerza. Se como se siente en cada momento, y eso me destroza por dentro. Se como debe de pensar de mi, se como va a mirarme si es que algún día vuelve a hacerlo, y esto me destroza aún más.

Días de labios agrietados y mejillas saladas, largos, muy largos. ¿Porqué no se puede empezar de 0? ¿Porque? Todo se agolpa entorno a una pérdida, el dolor de una pérdida. Creo que así mi corazón se reconfortaba un poco pero se hundía en una oscuridad de algo que no sabía porque no cesaba. Busco en cada momento los porqués, y eso poco a poco me va volviendo loca ya que no existen.

Una persona me dijo que si seguía así iba a terminar enferma y luego me dio el abrazo que tanto necesitaba, fue como coger aire de nuevo antes de volver a ahogarte. ¿Acaso no lo merezco?. No puedo perdonarme lo que pasó, no puedo perdonarme el ser tan cobarde, siento vergüenza de mi misma. Lo noto en mi pecho, noto un peso que no se puede quitar, lo noto día tras día.

Han pasado diecinueve días y no hay día que no piense en eso. Diecinueve días de vergüenza, de dolor y de tristeza. Evidentemente no hay día que no piense en como estará, en cada momento. Me esfuerzo por sonreír y agradezco mucho a la gente que tira de mi para que no me vuelva a caer pero en realidad merezco estar en el suelo, agradezco sus esfuerzos y paciencia en escucharme y en levantarme del suelo aunque yo no quiera.

No quiero hacerme ilusiones con nada, la negatividad y las noches en vela se han apoderado de mis días viendo miles de series a ver si con eso se me escapa una sonrisa pero a veces ni por esas. Es más, muchas veces me fuerzo a sonreír en casa y en el trabajo, no me gusta preocuparles. Puedo sonreír mientras mi mente sigue pensando.

Mientras los días pasan se suceden muestras de lo que puede ser una toma de aire, de un volver a empezar, me siento como si me ahogase en el mar y de repente sucede algo que me hace respirar de nuevo, me hace pensar que puede existir esperanzas. Un me gusta, un tuit. Volver a respirar hondo, no quiero tener esperanzas pero a la vez las palabras de los demás me hacen tenerlas a veces. Y después vuelve el silencio. Han sido muchos años, podría decir lo siento eternamente por mi miedo, por la vergüenza que me daba a mi misma, pero a veces eso no sirve. Solo sirve el silencio, el silencio cruel y doloroso.

El otro día en una conversación de cinco horas le dije a alguien: "Me da la sensación de que si le veo me echaré a llorar como una niña pequeña" . Solo de pensarlo se me escapan las lágrimas imaginando si eso sucederá, luego me niego la posibilidad y vuelvo a mi estado "normal". Me siento rota. Mi vida se divide en ese aspecto en dos partes y sin ellas dos no soy nada. Todo consiste en respirar hondo, cerrar los ojos e intentar relajarse.

Puede que se enfade cuando lea esto, puede que le de totalmente igual. Es algo que estoy haciendo para desahogar lo que siento,  es como mi abrazo virtual para poder seguir respirando. Para poder seguir luchando y esperando en todo momento a que ese día llegue.Y seguiré luchando por no ahogarme, seguiré esperándote.